Cómo elegir un colchón

Seguro que te suena esta situación: entras a una tienda, ves 40 modelos de colchones distintos, el vendedor te habla de términos de los que no tienes ni idea como HR, muelles ensacados, viscolástica, alta densidad… y al final acabas eligiendo el que estaba en oferta o el que parecía más blandito. Te entiendo, nos ha pasado a todos. Pero hoy te voy a dar las claves para que la próxima vez que te preguntes cómo elegir un colchón, lo hagas con criterio y sin que te den gato por liebre.
Piensa que pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo. Si tu colchón no es el adecuado, prepárate para:
- Levantarte con dolor de espalda
- Sentirte cansado aunque hayas dormido 8 horas
- Tener la sensación de no haber descansado bien
Y lo peor: muchos colchones parecen buenos los primeros meses, pero al año ya están deformados, convirtiendo tu cama en una montaña rusa nocturna.
¿Cómo elegir un colchón que dure?
El núcleo: La base de todo
Imagina que un colchón es como una casa: si los cimientos son malos, da igual lo bonito que sea por fuera.
- Si es de espuma: La densidad debe ser mínimo 30 KG HR. Todo lo que sea menos de esta densidad se deformará rápidamente.
- Si es de muelles: Asegúrate de que sean ensacados e independientes, para evitar el efecto barca (que te muevas cada vez que tu pareja cambia de postura).
La viscolástica: Que no te engañen
Muchos colchones dicen ser viscolásticos y solo llevan una capa muy fina que no sirve de nada. Lo ideal es que tenga al menos 4 cm y que incorpore materiales como el grafeno, que ayuda a disipar el calor (nadie quiere despertarse empapado en verano, ¿verdad?).
La capa superior: El toque de confort
En Sofás Valencia contamos con colchones con espumas termorregulables, que se adaptan a la temperatura de tu cuerpo. Esto significa que:
- No pasarás frío en invierno ni calor en verano.
- Ofrecen diferentes niveles de firmeza o suavidad, según tus preferencias.
- Mantienen su forma con el tiempo, evitando deformaciones.
¿Firme o blando? Depende de ti
Aquí no hay una respuesta única:
- Si duermes boca arriba o boca abajo, un colchón más firme puede ser mejor.
- Si duermes de lado, quizá prefieras uno un poco más blando para aliviar la presión en hombros y caderas.
Lo importante es que, sea cual sea tu elección, el colchón no pierda su soporte con el tiempo.
