Imperfecciones en un sofá de piel: ¿es normal?
Encontrar imperfecciones en los sofás de piel es más común de lo que creemos. Por eso, si en algún momento aparecen marcas o grietas no hay de qué preocuparse. Pero, como en todo, hay ciertos límites y cosas a tener en cuenta.
Lo primero que tenemos que saber es que, cuando se trata de material, existen sofás de piel auténtica y sofás de piel sintética, que por tanto no son auténticos. Por desconocimiento, podemos pensar que si nuestro sofá tiene estrías o imperfecciones, es que no es de piel auténtica. Y todo lo contrario. De hecho, por ser tan auténtica cuenta con distintas marcas de cicatrices, picaduras de insectos, pliegues o veteado, por ejemplo. La piel natural tiene su proceso y autenticidad artesanal que muestra toda su esencia: variaciones de color, marcas de origen, etc.
Si, por el contrario, vemos que la tapicería de nuestro sofá es lisa, continua, de un color uniforme y con un tacto más rígido, la piel no es natural.
Por eso, encontrar imperfecciones en nuestro sofá de piel es muy normal si esta es natural. Lo que tenemos que hacer es mantener su cuidado y hacer que esté como el primer día.
Limpieza de sofás de piel
Con la limpieza de los sofás de piel no hay que obsesionarse. Aunque es importante mantenerlos y cuidarlos, no es un tarea difícil ni que requiera mucho esfuerzo. Además, es un material mucho más duradero que otros.
Una de sus principales ventajas es que la piel repele más la suciedad y, por tanto, se ensucia menos porque no penetra en la superficie de la misma manera que lo haría con un sofá de tela, por ejemplo.
Eso sí, al tratarse de piel natural, sufre las adversidades del paso del tiempo. Por eso, podemos encontrarlo después de un tiempo con algunas diferencias a como lo compramos. Es decir, un sofá con piel envejecida o con arrugas, por ejemplo.
Pero si nuestro cuidado y mantenimiento es el que debe ser, este proceso de envejecimiento se puede retrasar unos añitos más.
Sofás de piel: cómo cuidarlos
El mantenimiento de los sofás de piel se realizan de la misma manera, independientemente de su color. A veces pensamos que el desgaste de un sofá de piel blanco es mayor que uno de color negro, por ejemplo. Y nada más lejos de la realidad. Lo único es que quizá las grietas se puedan observar más en uno que en otro, pero nada más.
Si lo que buscamos es mantener nuestro sofá de piel como el primer día, solo tenemos que recurrir a productos de calidad que nos ayuden con nuestro cometido. Para ello, en Sofás Valencia contamos con kit de limpieza compuesto por un lápiz para las manchas más resistentes, una crema hidratante, que recomendamos aplicar al menos tres veces al año, ya que permite hidratar la piel del sofá y que, además, actúa como barrera protectora ante machas y deterioros, una crema gel para realizar la limpieza del sofá y un trapo.
Es muy fácil de utilizar y nos aportará grandes beneficios. Y es que por ejemplo, la crema gel solo hay que aplicarla sobre la piel del sofá y, con ayuda de una esponja, hacer círculos para limpiar la suciedad. Es importante que, antes de usarlo, eliminemos el polvo que pueda tener el sofá (que siempre tiene, ya que es inevitable con el uso del día a día). Si lo usamos unas dos o tres veces al año, lograremos mantener el sofá tan limpio como el primer día. Después, solo nos queda eliminar el producto con ayuda del trapo que incorpora el kit y ¡listo! pasados unos minutos podremos ver los resultados.
Como ves, son muchas las ventajas de contar con un sofá de piel, pero si aun así tienes dudas sobre este material, en Sofás Valencia, podemos ayudarte y asesorarte para encontrar el sofá y el material que mejor se adapte a tus necesidades.
¿Hablamos?