Cuál es la sentada más cómoda?
A la hora de escoger un sofá, uno de los factores determinantes para decidirnos por uno u otro modelo, es la sensación de comodidad que nos da en el momento de probarlo. En esta sensación influyen principalmente dos factores: la densidad de la espuma del asiento y el material con el que está fabricado el relleno del respaldo. En este blog, hoy nos vamos a centrar en el tipo de espuma que debemos escoger para que nuestro sofá nos resulte cómodo.
La comodidad es una sensación muy relativa, ya que lo que resulta cómodo para una persona, puedo no serlo para otra. Hay quien prefiere que la sentada sea firme y dura, ya sea por problemas de espalda o porque tienen la sensación de que así el sofá les durará más tiempo, y hay quien prefiere sentirse como envuelto en algodones cuando se sienta en el sofá. Para cubrir todas las necesidades, contamos con diferentes tipos de espumas y diferentes densidades para adaptar nuestros sofás a los gustos particulares de cada persona.
Una buena espuma tiene un buen retorno, esto quiere decir que si la aprietas vuelve rápidamente a su volumen original, sin dejar la huella de la hendidura. Las espumas de poliuretano con densidad de treinta o treinta y cinco kilos son las más apropiadas para asegurar una gran comodidad y durabilidad, al principio la sentada con estas densidades puede resultar un poco más firme, pero a medida que se va usando, se va rompiendo el poro de la espuma y el sofá va resultando mucho más cómodo, estas densidades también garantizan mucha más durabilidad ya una espuma de 25 Kg. o de menor densidad, no ofrece tanta garantía.
El hecho de que tenga más densidad no significa que vaya a ser una espuma más dura. Eso lo da el factor de dureza. La densidad de la espuma se calcula mediante el peso de un metro cubico de espuma. Si este metro cubico pesa treinta kilogramos, sabemos que la densidad es de treinta. Si pesara treinta y cinco kilos, hablamos de una densidad de treinta y cinco kilos, lo que significa que si a mismo volumen hay más peso, es porque hay menos cantidad de aire, lo que hará que esta espuma sea más duradera, ya que con el uso no tiene tanto aire para perder, tiene más cantidad de espuma. Como norma general, escogeremos para los asientos la espuma de más calidad, ya que es la zona del sofá que va a soportar más peso, y para los respaldos una espuma suave para que al sentarnos no nos parezca una tabla, o bien fibra hueca que nos aporta esa agradable sensación de que estamos apoyados en una nube. Así, si lo que prefieres es una sentada más firme, puedes optar por una espuma de treinta kilos de densidad, con firmeza normal, dura o suave. Con la firmeza suave, obtendrás una sentada muy cómoda sin renunciar a la firmeza. O bien, puedes elegir la espuma de treinta kilos suave con una capa de cinco centímetros de viscolátex, que es un material cuyo núcleo está formado por una plancha de látex y una pequeña capa de viscoelástico (generalmente entre 1 y 2 cm) en el acolchado. El resultado es una capa mullida con un grado de adaptabilidad medio. Como ves, dentro de la misma densidad, puedes escoger entre diferentes durezas, lo que le otorgará a la sentada mayor o menor firmeza.
La espuma de treinta y cuatro kilos de densidad suave, ya nos aporta una sentada más suave que la de treinta, la elijamos de la dureza que la elijamos. Además, esta densidad tiene mayor capacidad de recuperación que la de treinta kilos, lo cual alargará la vida de nuestro sofá.
Otra opción será la espuma de treinta y cinco kilos de densidad HR, o High Resilience o espumación HR (Alta Resiliencia), con mayor durabilidad y velocidad de recuperación. Esto se traduce en una gran comodidad a la hora de la sentada, y más vida para nuestro sofá, ya que tiene gran capacidad de recuperación, lo que hará que no se apelmace ni se hunda.
Y si hablamos ya de COMODIDAD con mayúsculas, no podemos olvidar la espuma de cincuenta y cinco kilos de densidad suave HR, todo un placer a la hora de disfrutar de nuestro sofá. Esta espuma nos proporciona una sentada muy confortable con la ventaja de la HR, lo que hará que, aunque al sentarnos nos acoja con suavidad, la espuma se recupere con gran velocidad.
En Sofás Sabadell sabemos que la comodidad es algo muy importante a la hora de decidirnos por uno u otro modelo de sofá. Por eso ofrecemos gran cantidad de modelos con diferentes tipos de espuma de serie, desde treinta kilos de densidad suave, dura o normal hasta los cincuenta y cinco kilos de densidad HR, siempre, sea la densidad que sea, espumas de la más alta calidad. Pero, como hemos dicho al inicio, la comodidad es relativa, y es por eso que también ofrecemos la opción de, una vez elegido el modelo de sofá que nos gusta y el tapizado adecuado a nuestra decoración, poder cambiar el tipo de espuma que el sofá lleva de serie, ya sea aumentando o disminuyendo la densidad, según el tipo de comodidad que se busca y adecuando así el sofá totalmente a nuestra necesidad.
Ya véis que la comodidad de un sofá es todo un mundo en el que cada uno de nosotros tiene su propia sensibilidad a la hora de decidir lo que le resulta cómodo y lo que no lo es tanto. Por eso es necesario ofrecer un gran abanico de posibilidades de alternativas, para asegurarnos de realizar la elección acertada.